Federico Jiménez Losantos (Orihuela del Tremedal, Teruel,
1951) publica La memoria del comunismo, de Lenin a Podemos (La esfera de los
libros, Madrid, enero 2018). Este
libro se va a convertir en un acontecimiento en el mundo intelectual (Grabiel Albiac, Mayo del 68. Fin de fiesta. Editorial Confluencias, abril 2018. “Lo
que ahora se vende como revolución es populismo”). El autor oriolano encontró su "musa del escarmiento" (Andrés
Amorós sugiere su lectura, señala la belleza del título) comunista en Pekín en abril 1976 en la mirada de una
prisionera política, desde entonces, se propuso “no ayudar nunca
y combatir siempre a aquellos que privan a una persona del derecho más
elemental: el de poder decir no sin sufrir por ellos” (pág. 52). En está línea, se expresa Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) en su nueva novela, elije
una fórmula “didáctica”, La llamada de la
tribu (Alfaguara, Madrid, marzo 2018). El novelista, también, viaja, en
esta ocasión, a URRS en 1968 a escuchar
atentamente la Oda de libertad (1817), se
recita en Moscú “…¡tiemblen de este mundo los tiranos!
y ustedes: ¡valor, de pie, hermanos, levántense, esclavos oprimidos!...”, de Alexander Pushkin (Moscú, 1799-San Pertersburgo, 1837),
quien estableció el idioma y creó la literatura rusa opina Iván Turguéniev. En
esa excursión, visita el Kremlin, igual que en 1880 se festejaba al escritor
moscovita donde Fiódor Mijailovich Dostoievski (Moscú, 1821-San Petersburgo, 1881. Escribe su
obra Crimen y Castigo en 1866 la cual contiene una atmósfera
semejante a Los Miserables de Víctor
Hugo, explora
la psicología humana, examina conceptos subconscientes y súper-hombre que,
posteriormente, estas ideas son desarrolladas por Freud y Nietzsche, indaga en el sentimiento
de culpa, construye el personaje
petersburgués
Rodión Románovich
Raskólnikov: la patria de los Románov ha quebrado, es conocido como Rodia,
quien alumbra la idea de cometer un crimen para salir de la miseria, “…Nadie
llega a la verdad sin haberse equivocado… ¡Obrar: es lo que hay que hacer!...”,
¿la felicidad se gana con el sufrimiento?, su concepción cristiana se
distanciaba de la profesada por el profesor José Luis López Aranguren que le tildó de reaccionario, su
obra adquirió popularidad tras la Revolución bolchevique en España, ante, la
introdujo La Condesa, Emilia Pardo Bazán cuando leyó en el Ateneo de Madrid,
1887, una serie de conferencias en torno a La revolución y la novela en Rusia después de sus “invernadas” en París que
aprovechaba “para hacer una vida de estudiante” y descubrió un “lúgubre pórtico por donde entrén
en el edificio de las letras rusas” ) mentaba la “universalidad” de la obra pushkiniana, proclive a los
decembristas y a un “laconismo vertiginoso” (Anna Ajmátova), ahora, se conmemoraba “algo” relacionado con él,
en ese momento, el arequipeño descubrió que “si
yo hubiera sido ruso, habría sido en ese país un disidente (es decir, un paria)
o habría estado pudriéndome en el Gulag” (pág. 15).
En este “triturador de carne” (Anne Applebaum, Gulag, Historia de los campos de concentración
soviéticos, Debate,
Septiembre 2012) fueron confiscados “elementos inseguros”
por orden de Lenin [instaló el comunismo de
guerra, previamente, Plejánov le convenció de la ideología marxista lo cual le
motivó a estudiar a Marx y Engels en Siberia desterrado por el mandato de la
autarquía zarista –la insurrección de masas populares la derrocaron e
instauraron un régimen totalitario comunista, “¡Todo el poder a los Soviets!”-, se convirtió en el
ideólogo de la revolución, escribió ¿Qué hacer?, se
pulverizó su ideología, en ese caldo de cultivo, se edificó la
dictadura de Lenin, fue una
revolución de partido único (el Partido Comunista -mito de una revolución
proletaria, para comprender lo que es la revolución proletaria, a finales de
1919, Lenin recomendó leer a John Reed en 10 días que estremecieron el mundo, el texto refleja los primeros
días de la Revolución de Octubre-), cuyo
poder descansaba en la burocracia del partido (Arendt, H., “La naturaleza del totalitarismo”. Ensayo de
comprensión, en Ensayos de comprensión, 1930-1945, Caparrós Editores,
Madrid, 2005, p. 417)], cabeza de fila de los bolcheviques -su programa era la paz, la tierra, el control de la
industria y un gobierno obrero-, luego, su sucesor en la
represión política, fue Iósif Stalin (1924-1953,-el
terror estalinista, la Gran Purga
de los años treinta, los comunistas lo llamaban el “hombre del futuro”, pero el
destino le deparó el Poema sin héroe …Avanzaba lentamente la sombra… de Anna Akhmátova, quien se lo dedicó, también, es conocido por sus camaradas bolcheviques
como Koba (Martin Amis, Koba el temible. La risa y los veinte millones,
Anagrama, Barcelona, 2004), se propuso, entre otras acciones, la colectivización
forzada de la tierra-, pasando por Nikita
Jrushchov (1953-1964), hasta 1987 cuando “Gorbachov
(nieto él mismo de prisioneros del Gulag) comenzó a desmantelar todos los
campos para presos políticos”. ¿Cuál es el total de prisioneros que pasaron por la Gulag? Se
derrumba el “telón de acero”, cae a plomo “la religión mundana”, “empieza a
correr la historia” en 1989, “La Atlántida roja.
El fin del comunismo en Europa” de Luigi Geninazzi, Rialp, Madrid, 2014, y, en 1991, se produce la desintegración de la Unión de
la Repúblicas Socialistas Soviéticas -se creó el 30 de diciembre de 1922,
“socialismo en un solo país” donde se configuró una teología política-. ¿Qué sabemos acerca de estos temas en la “democracia soberana” de Putin, el nuevo zar, después de sobrevivir a la “democracia
del proletariado”? Algunas claves las encontramos en el retrato inédito
filmado por Oliver Stone en sus Entrevistas a Putin.
Quien, realmente,
estuvo y sobrevivió a la “mortalidad en régimen de custodia”, en tiempo de paz, fue,
entre otros, Aleksandr Isáyevich
Solzhenitsyn [participó
en la Batalla de
Kursk (constituyó el enfrentamiento de tanques más grande de la Historia, la
libró la Alemania nazi -2.339 tanques, entre otros modelos, estaban los blindados
Panther y Tiger- y la Unión Soviética -T–34- en el Frente Oriental, Oeste de
Rusia, en el verano 1943) -“¡Los alemanes nos disparan!
¿Qué hacemos? ¿Qué debemos ordenar a nuestras tropas?... El fascismo traidor está invadiendo la patria (Alan Bullock, “Hitler y
Stalin, vidas paralelas”, Plaza & Janés, 1994) en ese (“Choque de titanes.
La victoria del ejército Rojo sobre Hitler”, Desperta Ferro, Ediciones SLNE.
2017). El Ejército Alemán (Whrmacht) convirtió el Saliente Kursk en un “infierno”,
finalmente, en inferioridad, el Estado Mayor Soviético (STAVKA) logró “un
empate técnico” en la llanura de Kursk o una “victoria frustrada” del Eje que
desembocó en la “Gran Guerra Patria” -las tropas soviéticas toman la
iniciativa- que derroca el “Tercer Reich”, sus opiniones antiestalinistas -a través de su sátira identificó
la tiranía zarista con la de Stalin en Primer círculo, la sonrisa de Buda- le llevó
al destierro “a perpetuidad”] nos lo revela en Archipiélago Gulag -arranca en sus inicios en 1918 hasta,
aproximadamente, 1956 y nos lo narra en primera persona (con aportaciones de
los relatos de los 227 supervivientes de los campos de trabajo soviéticos o gulags) esa “desviación” de
la Revolución bolchevique donde pasó once años- su experiencia: “vivimos en
unas condiciones tan atroces…”.
Tampoco, los “países
satélites” se libraron de la barbarie. Esa crueldad se ahoga en un silencio
atronador hasta que las víctimas hablan, escriben y nos transmiten sus
vivencias. Es el caso de Adriana
Georgescu (1920-2005), nos lo cuenta en Al principio fue el fin ,
Ediciones Xorki, abril 2018, es el primer testimonio de las atrocidades cometidas por
los comunistas, la detuvieron el 6 de marzo de 1945 por conspirar contra
el nuevo régimen de Gheorghiu-Dej.
Lo narra en su novela autobiográfica:
-
…¿Te gustaría saborear los placeres de Siberia?...
-
…¡Nosotros te soltaremos la lengua, no te preocupes!...
Respiro
aliviada. Así pues, los soldados no son comunistas…
En esa línea de atrocidades se
identifica la investigadora Mira
Milosevich-Juaristi (Belgrado, Serbia, 1966) -Breve historia de
la Revolución rusa, marzo 2017, Galaxia Gutenberg-, su área geográfica de
investigación es Rusia, Euroasia, Europa del Este y los Balcanes, para
conocer el terror rojo. Mantiene que “el ciclo
revolucionario bolchevique todavía no ha concluido”
y , además, sostiene
que la “única forma intelectualmente respetable
de acercarse al comunismo
es a través de sus víctimas”.
Una víctima, también, es el cineasta polaco Andrzej Wajda (Suwałki, 6 de marzo de 1926-Varsovia, 9 de octubre de 2016), en la masacre
del bosque de Katyn, el “bosque maldito” -símbolo del totalitarismo comunista-, (el
director reflejo el terrible
genocidio en su película Katyn,
en 2007, basada en el libro Post
Mortem: The Story of Katyn de Andrzej Mularczyk) las autoridades
de la Unión autorizaron el asesinato de la élite (se estima 22.000 personas)
polaca, ejecutadas por la policía
secreta soviética, el NKVD, en ese horror
comunista, fue fusilado su padre – como Anna Maria Wolinska, también, buscaba
el suyo, "Waclav Wolinski, deportado en 1939"- Jakub Wajda, oficial de caballería, durante el régimen
estalinista, por orden Stalin y el Poliburó, quien filmó, obra póstuma, la historia
-Los últimos años del artista: “Atferimage”
(posvisión o “imagen remanente”, psicología; Powidoki, título original en polaco)-, del más grande artista de Polonia, Wladyslaw Strzeminski (Minsk, actual Biolorusia,1893-Lodz,1952), Se
le considera prototipo de vanguardista centroeuropea.
Elaboró Teoría de la Visión (Teoría
widzenia). Participó en la I Guerra Mundial donde perdió un brazo y una pierna.
Combatió el estado socialista, por tal motivo, fue condenado al
ostracismo por el régimen y “entendió el sendero hacia el arte moderno”.
Aboga por la transformación sustancial de la realidad más que por la
fabricación de objetos bellos. Aportó el “Unismo”. Entendiéndolo como “todo aquello que no pertenezca a la
esencia de la obra debe ser rechazado”. Se plasma en las Composiciones unistas (1926-34). Se centra en formas abstractas, da la espalda
a la Naturaleza (“arte en paralelo” a ella) y se inspira en las composiciones musicales de Zygmunt Krauze (paradigma de la ingenuidad y la experimentación).
Desafió el poder, se enfrenta a las directrices del Partido comunista, se
encaró con la burocracia stalinista de la postguerra, la mediocridad y el odio a la
belleza instalada en la sociedad. En 1950, el régimen comunista le acusa de
no respetar los principios el Realismo
socialista ("es el método fundamental de la Literatura y
de la crítica literaria soviética. Exige del artista una interpretación
verdadera y concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario. Y tiene
por objetivo el colaborar a la transformación ideológica de los trabajadores
educándolos en el espíritu del socialismo”), defiende la neutralidad del arte(?). Lo anulan como persona y artista. Le imposibilitaron
trabajar (le despojan de su puesto de docente, de la acreditación como “pintor”
y no puede acceder a ningún otro oficio) lo cual le impide obtener ingresos. Su
vida final desemboca en la pobreza y en la enfermedad. Muere de tuberculosis en
Polonia.
Igualmente, fue víctima, el primer disidente de la URRS, Andrej Sinjawski (Moscú, 1925-París 1997), se le acusó de publicar material
anti-soviético en editoriales extranjeras utilizando el pseudónimo Abram Terz en
1966 condenado a siete años de trabajos forzados en Siberia. Antes, detuvieron
a su padre, enemigo del pueblo, en 1951 en plena represión estalinista y,
entonces, es cuando se alía con los oponentes al realismo socialista. Escribe "Sobre el realismo
socialista". …Nuestro arte… es completamente teleológico. (Espera) … la llegada del
Comunismo. El escritor ruso continúa destilando su sátira …¿Pero podía
explicar el patricio romano que un Dios concebido como Amor y Bien fuera algo
malo o monstruoso? Y ¿podemos nosotros decir que la felicidad de todos, tal
como nos la promete el futuro comunista sea un mal?...
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